Hace unas semanas vinieron unos amigos de Caracas a Buenos Aires a un concierto y aprovecharon para visitar. Yo, haciendo uso de la ocasión, quería enviarle un regalo a una amiga, hermana del amigo que vino, pero no sabía que darle. Mi situación económica dado a la reciente mudanza y que el invierno se aproxima y tuve que hacer compras estaba bastante ajustada y se me ocurrió hacerle unas bolsitas de té.
Lo que me pareció re-genial de las bolsitas de té es que pueden no solo ser un lindo detalle, si no que también se ven muy bien cuando tienes visitas en casa y quieres recibirlos con algo distino. No te lleva mucho trabajo, se ve bien y obviamente sabe bien.